puse mi mejor caligrafía y amor en cada frase,
no precisamente escogida al azar.
Te la envié por correo aunque habláramos a diario,
la recibiste, leíste y fue lo mejor que nos paso por un par de días.
Luego dejaste de hablar, me dejaste al azar
y ya solo guardaban polvo las viejas palabras de las canciones.
Te dije que me iria para que tuvieras ese final feliz con alguien más.
Me llamaste egoísta y que no tenía corazón, pero lamento decirte
esas palabras ya las tenía guardadas en un cajón. ( no eran nuevas).
Hasta. Adiós. Hasta siempre.
Diciembre 1993.
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