cuatro de la tarde menos un cuarto, el sol calentaba santiago lentamente
para ser día sabado no habia mucha gente por las calles.Las campanas
del la catedral del centro anunciaban las cuatro de la tarde,
ya habia pasado un rato desde que caminaba, decidio pararse a comprar
algo para comer, pero antes como todos los días devia pedir dinero, puesto
que el no contaba ni con un escudo, para comprar algo.
Eran las cuatro con medio, y llevaba menos de 4 monedas en su mano, y
entre tantas personas paso una, una un tanto peculiar que, cuando el se
acerco a resitarle su oración diaria el le dijo " vamos, ven" sus ojos se inundaron
en un mar de lágrimas, en sueños no cumplidos, en esperanzas abandonadas,
se llenaron de una nada, de un todo.
En medio del centro se escucho una frenada,unas monedas rebotando en el suelo
una ambulancia, gente pasmada y gritando, se escucho una sinfonía de sentimientos,
entre culpavilidad, entre lágrimas, entre madres preocupadas.
Entre tanta gente; llegaban los carabineros tanta gente con arrepentimiento en su corazón, puesto que unos minutos antes se habían detenido a decir - no no tengo -,
y ¿Qué? que era lo que el tanto pedía una moneda algo que te sobrara para poder comer,
y tu sin ni siquiera pensar respondiste como habitual mente lo hacías con un no
automatizado, sin sentimiento de culpa sin culpavilidad.
Pero ya hacía recostado, ya estaba en el suelo, y su mano estendida había soltado las monedas
que tanto esfuerzo le habia costado conseguir, pero a pesar de tod en su rostro habia
una peculiar mirda, una mirada de tranquilidad.