Hay ocasiones que uno no sabe como actuar
como presentarte a una ocasión.
Hay ocasiones que llegas a tu casa un tanto
enojada, de mal humor y con un pésimo día encima.
Hay ocasiones que simplemente no quieres saber del mundo
y te encierras lo más profundo dentro de ti.
Cuando más lo necesitas, están aquellos que
con un plato de comida con un poco de agua
y unas cuantas caricias sobre sus hombros son lo
más feliz, porque ellos no te piden
expoliacionesellos no te piden lujos, no te piden nada más que
no seas tu. No te piden apariencias, solo un poco de amor.
Es en este caso, cuando ya no están que comienzas
a mirar como se te
fue un día y no supiste cuando
a que hora, porque te das cuenta que siempre
te
resivieron con un alegría (...)
Con esas cosas pequeñas que te alegran el día,
y cuando ya no están se siente un pequeño
aireefrío.