jueves, 20 de octubre de 2011

Impregnándote

y de apoco comenzaste a entrar en mi vida, primero conociste mi ropaje
mi cabello, mis ojos y la esperanza que había en ello, y como si fuera poco
conociste aquello que va adherido a mi, ese pequeño animal color negro con café
que esta donde yo esté. Luego te sentaste en mis sillas, miraste de lejos aquellos
que me dieron la vida, sentiste los olores que solo existen en el conjunto de habitaciones, muebles y frazadas, llegaste hasta mi pieza, conociste las sabanas que me envuelve día y noche, que ocultaban secretos, miedos, una almohada que guardaba lagrimas desde los primeros años que florecieron mis sentimientos, tocaste el suelo por el cual camino descalza, llegaste a donde las paredes se invaden de vapor que sale del agua caliente, miraste donde yo más de una vez había cepillado mi cabello, y así fuiste poco a poco impregnándote de mi, y si cambiamos , ponemos al inverso la situación, seria yo quizás la que poco a poco se va llenando de ti, y de ese mundo que habitualmente no compartimos con nadie, que se hace tan personal como lo que pensamos, que habitamos día y noche y que solo nosotros pasamos los año en aquel lugar.

lunes, 17 de octubre de 2011

Reí.

Sonreí, besé tu mano, conversamos.
El sol brillaba en tus lentes
entre tanta charla podía ver las marcas de la felicidad que se
acomodaban lentamente al costado de tu boca.

Reímos de alguna tontera, tomaste mi brazo y lo rodeaste
de pequeños te quiero, una pequeña luz verde se distinguía entre tanto latón.

Entonces aquel atravesaba el vidrio, nos rodeaba y
volvía a salir por donde entró para colarse entremedio de las hojas de los arboles, llegar hasta el cielo posarse en las nubes y de allí tirarse en benji.


lunes, 10 de octubre de 2011

Las palabras son lo que compromete el sentimiento y la afirmación o negación de un verbo

martes, 4 de octubre de 2011

Burdo

Puede alguien llegar amar tan intensamente
que solamente le bastaría con hundirse en sus propios sentimientos
que van dirigidos y creados por otra persona
Volverse absolutamente cuerdo con el amor que te da
un extraño dentro del cuerpo que pensaba que amaba con locura.
volverse patéticamente romantico, estúpidamente cariñoso
y absurdamente perder la locura completa que complementaba tu personalidad

Estar parado sin saber donde estas,
respirar sin saber por donde entra el aire hacia tus pulmones
si por la vista o por la nariz.
llenar tu estomago sin comer solo respirando eso que te vuelve loco,
eso que rodea lo que tus ojos ven.
saboreando el sabor innecesario del tiempo que se lo lleva un par de versos
estúpidos que hablan del amor, sin ser amor.