Romantizamos la vida, la familia, las casa en donde vivimos, vivíamos o viviremos
Romantizamos las historias de amor , las amistades, los encuentros fugaces
la ida a la escuela, a la universidad, romantizamos el trabajo
romantizamos las fiestas, las alegrías.
Nos criamos pensando que algo siempre iba a ser mejor
que algo siempre iba a ser perfecto.
Sentimos aveces que hagamos lo que hagamos nos falta algo
un vacío que se expande como un destello de luz en el interior
pero esta vez en un revelado fotográfico en negativo.
Creemos que la familia es algo eterno , o efímero, o inverosímil
lloramos por aquellos que no están y por los que están, por lo que vivimos
y por lo que creemos que íbamos a vivir.
No nos damos cuenta que ahora en este momento lo tenemos todo en las manos
porque tenemos la opción de tomar las mil alternativas que existen, mil caminos a nuestra disposición y que estos existirán mientras sigamos vivos.
Mientras sigamos vivos todas las opciones son posibles.